dijous, 19 de gener del 2017

John Berger, un cruce de caminos


A John Berger nada le es ajeno. Con la milenaria tradición de los narradores a cuestas, asume y absorbe los puntos de mira de infinidad de personas y comunidades acicateado por la responsabilidad irrenunciable de dilucidar la multitud de procesos y experiencias de vida que entretejen un mundo saturado. Es como si al narrar filtrara en su vasta imaginación los escurrimientos del agua que a través de los bosques, la tierra y los macizos montañosos forman arroyos y después ríos para llegar al mar.

A sus noventa años, siguió cumpliendo hasta que en París la muerte lo encontró, tranquilo, emocionado, amoroso y en paz con todo, una puntual cita con los personajes, sucesos y testigos de sus relatos con la irrefrenable complicidad, el cariño y el azoro de un enamorado. Este generoso afán por “completar un poco al otro” nos hermana tendiendo puentes para que cada quien, desde el centro de su propia experiencia, sienta que no está solo, que tiene compañeros desde alguna parte y alguna vez. (El misterio es que parece no escribir de, sino con los seres que abarca en su abrazo. Este abrazo es la fuerza de su libertario compromiso social y político.)

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada