divendres, 9 de novembre del 2018

La impunidad de los crímenes en la Transición llega al Parlamento Europeo


Mari Carmen Mañas entró ayer decidida en el Parlamento Europeo. Venció su reticencia a hablar en público y contó lo que había supuesto para su familia el asesinato de su hermano Juan y de sus amigos Luis Cobo y Luis Montero. Fueron torturados, desmembrados y calcinados en 1981 por miembros de la Guardia Civil en el conocido como caso Almería, un símbolo de la violencia en la Transición. “Nos hicieron creer que eran etarras”, dijo con voz segura. “Hubo juicio, pero no hubo justicia”, prosiguió Javier Montero, sobrino de Luis. Casi 40 años después, aún no han sido considerados por el Estado como víctimas del terrorismo.


Familiares de víctimas de crímenes en la Transición, durante su visita al Parlamento Europeo.

Loli y Francisca entraron también con paso firme. Como llevan haciendo en los últimos 41 años. Siguen peleando para encontrar la justicia, la verdad y la reparación en el caso de su hermano, Manuel José García Caparrós, asesinado el 4 de diciembre de 1977 en una histórica manifestación por la autonomía andaluza.

“Si bien es verdad que la Transición fue una historia de éxito para muchas familias, también es verdad que la Transición fue una historia de fracaso para muchas otras. Y no podemos contar solo la parte buena, sobre todo si eso conlleva enterrar la parte mala”,

Las historias, divididas en cinco partes –que van desde la necesidad de hablar al silencio–, incluyen el caso Almería (1981), la matanza de Vitoria (1976), los abogados de Atocha (1977), Sanfermines 78, la violación y asesinato de la joven María José Bravo del Valle en San Sebastián (1980) y las muertes de Manuel José García Caparrós en Málaga, Javier Fernández Quesada en Tenerife y Francisco Rodríguez Ledesma en Sevilla (entre 1977 y 1978).


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