dijous, 14 de febrer del 2019

El puente que enlaza el pasado y el futuro


“Tienes que vivir el  presente. Es lo único que cuenta, lo único que tenemos”. Pronunciaban ese tipo de frases sin mucho convencimiento, algo hay que decir, siempre hay que decir algo. El silencio está poco valorado por estas latitudes, pero eso fue lo que sentí cuando el ginecólogo me dijo que tenía un cáncer localmente avanzado, mucho silencio a mi alrededor, como si me hubiesen envasado al vacío y me hubieran metido en la nevera.




La mañana de aquel 13 de octubre fui a recoger el diagnóstico sin albergar dudas sobre el contenido del sobre. Lo había leído en la cara de los médicos de Urgencias que encargaron las pruebas días atrás. Poco antes de salir hacia el hospital, encendí el ordenador. Creo que logré completar un párrafo, pero solo recuerdo una línea: “Aún es ahora. Cuando vuelva, ya siempre será después de“.

Luego  surgió la pregunta que nadie puede responder: ¿cuánto durará ese después?

En aquella sala tampoco nadie se atrevió a formularla en voz alta, pero sé que quienes me quieren se la hicieron tantas veces como yo. 



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada