La economía española busca desesperadamente volver a disfrutar de una burbuja inmobiliaria donde los pelotazos urbanísticos vuelvan a florecer y, por tanto, todo el excedente de mano de obra barata y poco cualificada pueda, de nuevo, ser objeto de explotación laboral.
Este éxtasis lo comparten tanto economistas del establisment como buena parte de los políticos de una gran parte del país, tanto del PP como del PSOE, ya que es la única coyuntura que les permitirá ir a las elecciones con alguna posibilidad de paliar el desastre que se avecina.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada