dissabte, 2 de maig del 2015

Y ahora... ¿quién pondrá palabra a nuestros anhelos?



Volvió a la tierra y nos ha dejado huérfanos de palabras. Eduardo Galeano ha muerto y nosotras, tristes aprendices en la revuelta, no tenemos aliento para casi nada, solo para releer al maestro y renovar nuestro compromiso con esos otros mundos posibles que él ayudó a esbozar.

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