dimecres, 20 d’abril del 2016

La ignorancia y la corrupción van de la mano

Les invito a los lectores que mientras leen este escrito, hagan volar su imaginación y trasladen los acontecimientos que vivimos en nuestro país, con las vivencias de un pueblo que cambio el paradigma de la ignorancia por el de la cultura.

Finlandia no tiene muchos recursos naturales. El himno nacional dice: ...somos un país pobre, que no tiene oro. El recurso que tenemos es nuestro pueblo. Así, invertimos en nuestro pueblo. Toda persona tiene que recibir formación y educación para ir tan lejos como su capacidad lo permita.




Si un país busca inspiración para enfrentar dos de sus principales problemas (educación y corrupción), difícilmente se podría dejar de visitar un lugar más apropiado que Finlandia. La presidenta finlandesa, Tarja Halonen, adelanta algunas palabras-clave: “fuerte inversión en educación” (6% del PIB en Finlandia, sin contar investigación); transparencia en el gobierno; y fidelidad partidaria; es muy importante tener el coraje de reservar los recursos para la educación básica", resalta ella.

Un pueblo educado sabrá elegir a dirigentes honestos y competentes. Estos elegirán los mejores asesores. Un pueblo inteligente y educado no permite corruptos ni incompetentes. Un pueblo ignorante desperdicia sus recursos y se empobrece. Un pueblo ignorante vive de ilusiones. Un pueblo educado sabe muy bien diferenciar un discurso serio de una disertación demagógica. Un pueblo educado prospera también en condiciones adversas.

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