Desde el pasado 9 de febrero los 2.513 trabajadores que conforman el Sindicato Nº 1 de Trabajadores de Minera escondida en Chile, iniciaron una huelga exigiendo aumento salarial del 7 %, garantizar los mismos derechos conquistados en el contrato colectivo para los futuros trabajadores que empleé la BHP Billiton, transnacional que administra éste yacimiento de cobre -el más grande del mundo- entre otros beneficios laborales.
La ley chilena, herencia de la dictadura pinochetista, establece que luego de un mes de huelga las empresas se reservan el derecho de poder empezar a sustituir a los trabajadores, por lo que cumplido el lapso establecido legalmente inicio un ciclo de lucha en condiciones bastante precaria para los asalariados.
En un comunicado público el sindicato indica que: “En la última reunión los representantes de la empresa, tras recibir del Sindicato propuestas de acuerdo, informaron que su postura definitiva era hacer diferencias de remuneraciones y beneficios para los trabajadores nuevos, a fin de abaratar el costo de la mano de obra futura.. También se rehusaron a restablecer en los mismos términos actuales, beneficios relevantes como salud, indemnización por años de servicios y bonos fijos y variables”
Dado este escenario los y las trabajadoras de la minera recurren al artículo 369 del Código del Trabajo, forzando “un contrato colectivo por 18 meses, contados del 1 de febrero de 2017, debiendo iniciar una nueva negociación el 1 de junio de 2018, bajo las normas de la reforma laboral que contemplan, para trabajadores antiguos y nuevos, el piso de negociación del contrato colectivo vigente en ese momento. Hemos resguardado así el futuro de las nuevas generaciones de trabajadores de esta empresa”, indica el comunicado emitido por el Sindicato N°1 de Trabajadores de Minera escondida.
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