dilluns, 1 de maig del 2017

Venezuela; El guión oculto tras las protestas: El plan de desestabilización en Venezuela



Los medios corporativos no dejan de dar cobertura a las protestas opositoras al chavismo en Venezuela. Una decena de personas que montan una barricada en una esquina tiene una cobertura internacional que desearía mucho tener el resto de movimientos sociales. La Mesa de Unidad Democrática al mismo tiempo desde el control del Parlamento se niega a negociar y sólo apuesta por el derrocamiento del presidente Maduro. ¿Qué no nos están contando de Venezuela?




Luego de la gran movilización que lograra la MUD a comienzos de septiembre de 2016, se dio un quiebre importante en la expectativas de la base social opositora respecto a sus líderes, dada la errónea oferta que hicieran a sus seguidores luego del triunfo electoral parlamentario. Vendieron una fantasía: luego de una gran marcha en el este de la ciudad de Caracas o de un pronunciamiento en la Asamblea Nacional, automáticamente Nicolás Maduro saldría del poder. Con una frustración generalizada en su base de apoyo, este quiebre habría sumido a la oposición a niveles bajísimos de movilización de calle, abrupta pérdida de la popularidad de sus líderes y, lo peor: el incremento de la popularidad de Nicolás Maduro que llegó al 30% en enero 2017 luego de un difícil 2016. 
Este nivel de asfixia política les exigió hacerse de una estrategia de polarización de corto plazo. En un claro reconocimiento de sus incapacidades para armar rutas políticas de sello nacional, retomaron nuevamente el camino más fácil: buscar apoyo en el padre imperial (EEUU) y calentar las calles combinando movilizaciones de la vanguardia política y grupos de choque que permitieran construir retratos de victimización de la oposición y abuso de poder (represión) por parte del Gobierno. El objetivo: encender la indignación y el ánimo de una base social de apoyo que ya no daba nada por ellos.

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