En un gesto histórico, todos los partidos políticos han colaborado para elaborar un Pacto de Estado que permita combatir la lacra de la Violencia Machista. Es un paso de gigante, pero no se puede decir que haya sido un camino exento de dificultades. El acuerdo ha sido alcanzado después de seis meses de trabajo, 66 comparecencias de expertos y dos prórrogas a causa de acusadas diferencias entre los grupos parlamentarios. Las tensiones principales han situado a PSOE y Podemos frente al PP, pero los dos primeros partidos también han encontrado diferencias importantes en cuestiones de enfoque o de planteamiento.
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| Una de las sesiones de la subcomisión para un Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. / Congreso de los Diputados
Por fin, la Subcomisión ha terminado su trabajo con 200 medidas que serán dotadas de 1.000 millones de euros para los primeros cinco años. Entre las medidas más importantes se encuentra la habilitación de mecanismos para que las mujeres puedan ser consideradas víctimas de violencia machista sin necesidad de interponer una denuncia. No obstante, el texto todavía tiene que ser aprobado por la Comisión de Igualdad este viernes, cuando los grupos parlamentarios expondrán sus propios votos particulares, que recogerán las demandas que no han podido ver reflejadas en el mismo. Es significativo que tanto PSOE y Podemos tilden el documento de “acuerdo de mínimos”, dando a entender que muchas de sus propuestas han quedado, de momento, fuera del Pacto.
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