El viernes 28 de julio, el Presidente Donald Trump pronunció un discurso ante una platea colmada de oficiales de policía en Long Island, Nueva York, y envió un mensaje preocupante al país. Vale la pena citar las palabras de Trump en su totalidad, dado que se trata de una apología explícita de la violencia policial:
“Cuando uno ve cómo meten a estos rufianes en la parte trasera de una camioneta policial, uno solo quiere ver que los meten ahí, con rudeza. Yo les digo, por favor, no los traten tan bien. ¿Vieron cuando ustedes meten a alguien en la patrulla y le protegen la cabeza poniendo la mano encima? Esa persona acaba de matar a alguien y ustedes no quieren que se golpee la cabeza. Yo les digo: pueden quitar la mano, ¿está bien?”.
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