A cada país se le asigna anualmente, un límite nacional que debe respetar en cuanto a contaminación dentro de sus propias fronteras, conforme a la Directiva sobre límites máximos de emisiones de la Unión Europea y a las normas europeas sobre calidad del aire.
En la actualidad, 130 ciudades de 23 estados miembros de la UE están violando las reglas impuestas y según la Oficina Europea de Medio Ambiente, la mayor red europea de organizaciones medioambientales, nueve estados miembros pidieron que se levanten los límites, que deberían haberse cumplido ya en 2015.
Se trata de Austria, Bélgica, Alemania, Dinamarca, España, Finlandia, Luxemburgo, Francia e Irlanda
De las nueve solicitudes, con la excepción de la de Finlandia, las demás fueron hechas por los gobiernos, afirmando no tener conocimiento de las emisiones adicionales que ocasionaban los vehículos diésel
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