dissabte, 24 de febrer del 2018

En el adiós a Forges: hasta siempre, maestro


Acaba de dejarnos un hombre que con un humor a flor de piel y unos gruesos trazos de rotulador ha dejado huella de la historia de este país en el último medio siglo. Se llamaba Antonio Fraguas, pero era de todos conocido como Forges, el Forges para millones de seguidores. 




Junto a su vena humorística, podría decirse que Forges era, además de eso, un sociólogo, un historiador que con un rotulador ha sido capaz de decir cosas, de plasmar el día a día de un país que se reía de sus ocurrencias, pero que al tiempo se veía reflejado en sus trazos. Y todo ello, bajo el prisma de un humor blanco, nunca ofensivo ni insultante con nadie, si bien adobado a veces con cuarto y mitad de mala leche, como requiere el oficio, pues los humoristas no son en modo alguno ángeles custodios.




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