dissabte, 12 de maig del 2018

Los pensionistas vascos no se fían del acuerdo de PNV y PP y preparan una primavera caliente


Todo empezó con unos carteles reciclados. “Los teníamos guardados en un garaje, a raíz de una lucha anterior por unas parcelas municipales. Cuando salió el tema de las pensiones, se nos ocurrió reutilizarlos”, cuenta José Ángel Vivanco, un jubilado del barrio de Cruces, en Barakaldo. La idea surgió en vísperas de la primera concentración que se convocó en esa localidad vasca para protestar contra el mísero aumento decretado por el gobierno de Rajoy. Aquella movilización se celebró el 15 de enero. Desde entonces, las pancartas improvisadas no han tenido tregua: semana a semana, miles de pensionistas barakaldeses han tomado las calles para pelear por sus derechos.


Concentración de pensionistas en Bilbao

No ha habido tregua ni tampoco lo habrá. El publicitado acuerdo entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y La Moncloa en torno a las pensiones —vendido por la formación nacionalista como un logro cuasi histórico, pese a sus efectos limitados— no ha logrado apaciguar los ánimos de Vivanco y sus compañeros de batalla. No habrá paz en Barakaldo, ni tampoco en el resto del País Vasco. “Es un parche preelectoral”, sintetiza este militante del movimiento pensionista en el barrio de Cruces. El mensaje es claro y rotundo: ni se rinden, ni se van para casa.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada