dissabte, 21 de març del 2020

Cuba, “la solidaridad no se negocia”


La solidaridad es inherente al pensamiento de Martí, de Fidel y del Che. La práctica desarrollada a lo largo de 60 años por el Gobierno de Cuba ha beneficiado a varios millones de personas alrededor del Mundo. Desde las más aisladas aldeas africanas en Guinea, Angola, Etiopía, hasta las americanas en Haití, Guatemala, Perú, Brasil, Ecuador hasta las ciudades y barrios de Caracas o Minas Gerais, los pueblos han agradecido a la Revolución Cubana esta eficiente solidaridad.

Es el pensamiento revolucionario del “hombre nuevo”, es la línea política e ideológica del verdadero internacionalismo. Es el trabajo humanitario sin fronteras. Es la práctica que no tiene el capitalismo. Lleva tanto al asombro, que los gobiernos y los médicos, que no tienen vacuna contra la codicia ni contra la estupidez, se oponen a ello.




Es el resultado de una mente de profeta, en el sentido bíblico de visionario, que tuvo Fidel. El desarrollo de la biotecnología, el desarrollo de la medicina, la escuela de medicina, pero y sobre todo la vocación de servicio propia de los franciscanos originarios del 1200 o propia de un cristianismo auténtico, si no fuera porque es de un socialismo auténtico.

Hoy los gobiernos de Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Honduras, lamentan haber pedido la salida de los médicos cubanos. Pero que ellos lo lamenten ya es tarde, e importa poco. Los que de verdad lo lamentan y lo sienten en carne propia son sus pueblos que perdieron esta ayuda solidaria y eficiente. Hoy Italia, España y pronto otros países europeos piden y pedirán ayuda a Cuba y a los médicos cubanos.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada