Hemos aplaudido con orgullo a los profesionales sanitarios durante el confinamiento. Haciéndolo honramos su profesionalidad y el valor que han demostrado poniendo en riesgo su salud y la de los suyos, enfrentándose a una enfermedad transmisible hasta ahora desconocida. Aplaudiéndoles hemos aclamado también a nuestro Sistema Nacional de Salud: las personas, la organización y la infraestructura sin la cuales el trabajo de los sanitarios no hubiera podido tener lugar.
Si queremos poder seguir aplaudiendo nuestro Sistema Nacional de Salud en el futuro, tanto en situaciones excepcionales como en situaciones de normalidad, es necesario que lo reforcemos ahora. Para reforzarlo adecuadamente necesitamos apostar claramente por dos conceptos muy relacionados pero que no significan exactamente lo mismo: "lo común" y "lo colectivo".
Con "lo común" hablamos de aquello que es público, que es de todos y todas, y que por definición no se priva a nadie. Apostar por "lo común" significa en primer lugar apoyar y potenciar decididamente los servicios y prestaciones sanitarias públicas, y por tanto ponerle freno al proceso privatizador que ha estado llevándose a cabo de forma tan evidente en los últimos años. Sabemos que en España el porcentaje de gasto sanitario del total del PIB ha disminuido en la última década, mientras que el porcentaje de este gasto que corresponde al gasto sanitario privado ha ido aumentando. Revertir esta tendencia es imprescindible si queremos preservar la calidad de un sistema sanitario que hasta ahora es considerado de los más eficientes de Europa. También en esta línea, apostar por "lo común" requiere que los poderes públicos garanticen la redistribución de la riqueza de modo que el Sistema Nacional de Salud reciba una financiación adecuada y sostenible procedente de los impuestos, garantizando que aporte más a la salud el que más tiene.
Elegir "lo común" significa también garantizar la universalidad de unos servicios de calidad, de modo que nada, más que el hecho de existir, condicione la atención sanitaria de cualquier persona en condiciones de igualdad.
¿Y sobre "lo colectivo"? Este concepto tiene que ver con la comunidad, con la población, en contraposición a lo individual. Apostar por lo colectivo es potenciar y cuidar el enfoque poblacional de los servicios de salud, entendiendo que muchas de las intervenciones dirigidas a mejorar la salud o a evitar la enfermedad deben desarrollarse a nivel poblacional y no individual.

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