dilluns, 23 de maig del 2016

Un año de cambios

Lejos de los pronósticos catastrofistas, los partidos no tradicionales han aterrizado en los gobiernos de las grandes capitales y han sacado, con más o menos dificultades, sus programas adelante. Éste es un repaso de los primeros 12 meses de gestión de las alcaldías que enterraron al bipartidismo.

Las regidoras de Barcelona, Ada Colau, y Madrid, Manuela Carmena, son dos grandes ejemplos de los llamados 'alcaldes del cambio'.

Ni quemaron iglesias, ni hundieron la economía. Ha pasado un año desde que los partidos ‘novatos’ y las plataformas ciudadanas más o menos heterodoxas tomaron el poder en los ayuntamientos de Barcelona, Cádiz, Coruña, Madrid, Pamplona, Santiago de Compostela, València y Zaragoza. Se quebró la hegemonía del PP y el PSOE, también se hundió CiU en la capital catalana y UPN en la navarra. Y en 2015, además, cayeron dos tótems populares como Rita Barberá (València) y Teófila Martínez (Cádiz).

El mapa municipal enterró el bipartidismo y situó a la cabeza de las dos grandes capitales a otras dos mujeres: Manuela Carmena, una jueza en edad de jubilación que se salvó de la matanza de los abogados laboralistas de Atocha en 1977, y Ada Colau, líder indiscutible por el derecho a una vivienda digna que con la PAH puso en la agenda una palabra: desahucio.

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