El acoso escolar es un problema mundial; con suerte en algunos lugares han podido hacerle frente por medio de prácticas diversas. En Finlandia por ejemplo, han conseguido disminuir el acoso a través del programa KiVa, una idea que ahora comparten con el mundo entero porque ha producido óptimos resultados en sus escuelas.
Para fortalecer el programa anti-bullying se consideró el papel de los testigos del acoso, quienes pertenecen a toda la comunidad escolar y en gran medida apoyan en silencio sin ser acosadores o acosados. Por lo general, el resto de la población escolar es cómplice silenciosa, algo que resulta tan preocupante como el propio hecho. Tristemente la situación se vuelve cada vez más normal y de cierto modo recibe el apoyo de la mayoría, que por alguna razón decide no actuar ni hablar.
seguir leyendo en ecoportal
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada