dimarts, 28 de febrer del 2017

Merkel bajo presión por la política migratoria de Alemania



La canciller (jefa de gobierno) de Alemania, Angela Merkel, fue elogiada en el mundo por abrir las fronteras a cientos de miles de refugiados de Siria e Iraq por razones humanitarias. Pero esa decisión le hizo perder el gran apoyo que tenía entre los alemanes y hay posibilidades reales de que pierda las próximas elecciones nacionales.




El 31 de agosto de 2015, Angela Merkel hizo su famosa declaración “podemos lograrlo”. Ya ingresaban al país más de 100.000 refugiados al mes, y ella estaba deseosa de asegurarle a la población que Alemania podía integrarlos.

Días después del compromiso de Merkel, la situación se volvió aún más dramática.

Las autoridades húngaras prohibieron el ingreso de miles de refugiados, que escapaban de la violencia y de la guerra en Medio Oriente, impidiéndoles abordar trenes a Austria o a Alemania, donde pretendían solicitar asilo.

Familias enteras tuvieron que dormir en refugios provisorios fuera de la estación de tren de Budapest, donde voluntarios se esforzaban por suministrarles un mínimo de ayuda.

El 4 de septiembre, Merkel y su contraparte de Austria, Werner Faymann, decidieron abrir las fronteras de sus países para las personas atascadas en Budapest.

Y poco después, los primeros trenes llegaron a Múnich, y muchos alemanes recibieron a los refugiados, ofreciéndoles alimentos, bebidas y ropas. Unos 890.000 solicitantes de asilo ingresaron entonces a Alemania.

Numerosos observadores estiman que existen posibilidades de que tras 12 años de gobierno, Merkel pierda la jefatura.

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