diumenge, 25 de juny del 2017

La Tierra arde: sequías, desertificación, hambre, migraciones



En todo el planeta se registran altas temperaturas históricas y es de esperar que el clima se torne cada vez más caliente, lo que implica más sequías, más inseguridad alimentaria, más hambre y más desplazamientos masivos de personas, señala la IPS[1] en un repaso que hacen sus corresponsales en los cinco continentes.

De hecho, las temperaturas extremadamente altas de mayo y junio rompieron marcas en varias partes de Europa, Medio Oriente, norte de África y Estados Unidos, informó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que agregó que la ola de calor en el norte llegó este año inusualmente antes.


Barcos herrumbrados y abandonados en Muynak, Uzebkistán, una exciudad portuaria cuya población disminuyó de forma drástica con el retroceso del mar de Aral.

La desertificación es un proceso de degradación, influenciada por el hombre, que supone la pérdida del suelo fértil y la incapacidad de los ecosistemas de cumplir con su función reguladora y de suministrar bienes y servicios ambientales.

En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía que se celebra este 17 de junio de 2017, Greenpeace recuerda que el cambio climático (subida de temperatura, menor precipitación, mayor riesgo de incendios forestales, etc.) está acelerando los procesos de pérdida irreparable de suelo. Celebrar esta fecha con 40 grados en muchas ciudades de España debe servirnos para reflexionar sobre el impacto que nuestras decisiones tienen sobre el medio ambiente.


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