Las actividades que realizamos los seres humanos generan un grave impacto en nuestro planeta. Particularmente las actividades económicas que motivan una importante extracción de los recursos de la Tierra. Nosotros podemos reducir este daño, pero aún así nuestro paso por la Tierra significa destrucción.
Los océanos por ejemplo se han visto severamente dañados por la explotación de recursos por parte de la pesca comercial. Así se han alterado ecosistemas y varias especies que sobreviven en el mar han desaparecido mientras otras se acercan peligrosamente a su extinción.
Es nuestra tarea generar conciencia sobre este grave problema y una manera de hacerlo es a través del arte. “El último Pez” es una obra de teatro de marionetas familiar que aborda la problemática marítima medioambiental que se ha desatado con la pesca indiscriminada y la instalación de las salmoneras en nuestro mar, situando este conflicto en un contexto ficticio en el que sólo quedan peces en cautiverio.
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