Empeñada en acercar Europa, China ha añadido la dimensión polar a su megaproyecto de la Ruta de la Seda para conectar, a través del océano Ártico, los dos extremos del continente euroasiático. El derretimiento sin precedentes de los hielos polares ha encendido las alarmas del cambio climático, pero también ha desatado el interés por la nueva vía que se abre al transporte marítimo por la cima del mundo.
 |
Un rompehielos en el mar de Kara en la península Yamal en el Círculo Polar Ártico
La ruta del Ártico puede reducir en 20 días los habituales 48 que tarda un carguero en hacer el trayecto entre Shanghai y Rotterdam (Holanda), el puerto con mayor volumen comercial de Europa. La ruta del sur, que es la que se usa ahora, atraviesa obligatoriamente el estrecho de Malaca, que conecta el Pacífico y el Índico y que, en caso de conflicto, es muy fácil de bloquear porque es muy angosto. De ahí, la voluntad del Gobierno chino de encontrar una vía alternativa.
|
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada