dissabte, 4 de gener del 2020

Imanes de Mauritania usan la radio contra el matrimonio precoz


SELIBABI, Mauritania, 2 ene 2020 (IPS) - No quise casar a mi hija por una simple razón: quiero que se empodere”, explicó Lemeima mint El Hadrami, de 49 años. “No quiero que pase las mismas dificultades que pasé cuando era joven”, añadió, al contar que la obligaron a contraer matrimonio cuando tenía tan solo 13 años.

Y como suele suceder cuando la esposa es menor de edad, El Hadrami quedó embarazada en la adolescencia y la obligaron a abandonar la escuela. Tuvo dos embarazos complicados de los que tuvo dos hijas, y luego su esposo las abandonó.




“Entonces la gente no sabía que el matrimonio infantil daña la salud de las niñas. Era una práctica común”, reflexionó. El Hadrami es originaria de esta localidad de Selibabi, en el sur de Mauritania, donde 37 por ciento de las menores de edad ya están casadas para cuando cumplen 18 años.

Para terminar con el matrimonio precoz en Mauritania y otros países del Sahel, donde las niñas se casan con 16 años en promedio, requiere de un cambio de las normas sociales no escritas que rigen la práctica. Eso requiere que los líderes religiosos y comunitarios se involucren en muchos asuntos relacionados con la discriminación de género y formen parte del esfuerzo para poner fin a la violencia basada en género.

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