Se llama Laurie Garrett, es periodista y bióloga de la Universidad de California, con especialización en Bacteriología e Inmunología de la Universidad de Stanford. En el año de 1994 publicó el libro ‘La próxima plaga’, que se convirtió en un best seller, en el que desde entonces vislumbró que, como efecto de la globalización neoliberal, es inminente la llegada de un virus altamente infeccioso que paralizaría al mundo.
En ese trabajo bibliográfico pronosticó que en cualquier momento el planeta, cada vez más globalizado, podía enfrentar una pandemia de grandes proporciones que terminaría paralizando la economía, enfatizando además que la verdadera guerra de los seres humanos debería ser contra los gérmenes y microbios, “nuestros depredadores”, y no entre países, razas y religiones.
En 2005 en la revista Foreign Affairs, alertó sobre los devastadores efectos que tendría una pandemia global: “Algunos países podrían imponer cuarentenas o cerrar fronteras y aeropuertos, tal vez por meses. Eso interrumpiría el comercio, los viajes y la productividad. Sin duda, los mercados bursátiles se tambalearían y quizás caerían precipitadamente. Pero además de la economía, la enfermedad probablemente afectaría directamente la seguridad global”.
Por sus predicciones en cuanto al coronavirus (Covid-19), a esta periodista científica nacida en Los Ángeles, California, en 1951, en varios medios de comunicación la tildan de Casandra, equiparándola con esa figura de la mitología griega que veía las desgracias que ocurrirán en el futuro pero a la que nadie le hacía caso.
Para Garrett, como consecuencia de esta pandemia, a la humanidad le esperan años oscuros. Se modificarán costumbres y quehaceres de la vida cotidiana, lo cual tendrá efectos políticos, pues una vez termine el confinamiento, es muy probable que haya brotes de una “rabia colectiva”.
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