La madera ilegal representa del 15% al 30% del comercio de madera a nivel mundial y tiene un valor de más de $ 100 mil millones. Una parte importante de esta madera aprovechada ilegalmente se vende en los mercados europeos.
En los vastos territorios de la Amazonía y el Congo, las selvas tropicales más grandes del mundo, las autoridades carecen en gran medida de la capacidad de monitorear las actividades ilegales de extracción y tala.
Usando la aplicación personalizable ForestLink, las personas que viven dentro y alrededor de los bosques pueden enviar alertas sobre la tala ilegal y las actividades mineras a las autoridades y otras partes interesadas desde áreas remotas sin conectividad móvil o servicio de internet.
Las alertas comunitarias han provocado más de 30 misiones de verificación y aplicación por parte de organizaciones de la sociedad civil y autoridades locales en Camerún, la RDC y Ghana solo en 2019.
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| Observadores comunitarios capacitados en la provincia de Equateur, RDC, explorando la aplicación ForestLink
En África, más de 120 comunidades están utilizando ForestLink para monitorear actividades de tala ilegal. Según RFUK, se enviaron casi 1,400 alertas entre abril de 2019 y marzo de 2020 sobre temas que van desde la destrucción de sitios sagrados, violaciones de los estándares de tala, malversación de fondos de desarrollo comunitario, hasta violaciones de los derechos laborales.
"Es importante tener en cuenta que las comunidades indígenas, las comunidades locales, esas son las personas que están en el bosque todos los días ... así que cuando hablamos de responder a las cosas que suceden o saber cuándo sucede algo ... esas comunidades locales son algunas de nuestras mejores líneas de defensa ", dijo a Mongabay Mikaela Weisse, gerente de proyectos de Global Forest Watch que lidera la estrategia y las asociaciones en torno al monitoreo forestal por satélite.
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