dijous, 16 de gener del 2020

La cara y la cruz del nuevo impuesto fronterizo al CO2 que aprobará la UE para proteger a la industria electrointensiva


La Comisión Europea presentará mañana, 15 de enero, el Green Deal Europeo anunciado por la nueva presidenta ejecutiva de la UE, Ursula von der Leyen, quien asumió el cargo el pasado 1 de diciembre. Entre las más de 50 medidas de ese acuerdo, destaca el impuesto fronterizo al CO2 destinado a proteger a los productores europeos de acero y otras industrias intensivas en energía contra importaciones más baratas de países con políticas climáticas menos estrictas.

Este impuesto no solo está destinado a reducir drásticamente las emisiones de CO2 de los 28 países miembros sino que además podría suponer un cambio en las relaciones comerciales entre la Unión Europea y terceros países, como China, India o Marruecos, entre otros. Sin embargo, tiene en contra que se elevaría el precio de muchos bienes fabricados en China, como metales, electrodomésticos, vehículos y vidrio, lo que afectaría directamente al bolsillo de los consumidores europeos.




Este «mecanismo de ajuste de la frontera del carbono» propuesto se introducirá en 2021, según un documento filtrado de la Comisión, aunque falta conocer el detalle de diseño y cómo se podría llevar a cabo, porque aún se está discutiendo. El plan podría probarse inicialmente en industrias como el acero, el cemento y el aluminio, según un segundo documento de la UE, pero ¿a qué obstáculos se podría enfrentar este nuevo impuesto?

Es probable que la propuesta se enfrente a restricciones legales, económicas y políticas como se detalla a continuación:

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