Jimmy Morales presidente de Guatemala |
El clima de violencia en Guatemala sigue su curso. Hemos condenado y dado a conocer los asesinatos de pilotos del transporte urbano, de numerosas mujeres y familias enteras, de humildes trabajadores, de profesionales, de sindicalistas y de cinco integrantes del gremio periodístico; solo en estos primeros seis meses del año han ocurrido casi el doble de muertes violentas de periodistas, en relación con el 2015.
En el área rural hay impuesta una censura y autocensura como forma de preservar la vida de los comunicadores, que están rodeados de criminales y narcotraficantes que se han constituido en peligrosos censores de la libertad de prensa. Publicar hechos que afectan a estos delincuentes es casi como firmar una condena a muerte. El silencio es una frustración para quienes nos dedicamos a esta labor de informar.
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