Ha pasado cuarenta años desde que España abandonara el Sahara. El conflicto, que surgió tras una descolonización precipitada, por las circunstancias de la política española del momento —una dictadura agonizante, desprestigiada en el mundo y la cercana llegada de la monrquía—, sigue vigente y con difícil solución. Hay intereses geoestratégicos de por medio. El conflicto ha pasado por distintas fases y diferentes acontecimientos han enrarecido y retrasado la solución, con poco interés de España, escasa o nula posición resolutiva de la ONU e intereses de Marruecos, que los defiende, como siempre ha hecho, con buena cara y fuerza soterrada, cuando no abierta.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada