La investigación del asesinato de Berta Cáceres, luchadora lenca, “es muy débil. Hace falta llegar más a más personas. Se ha imputado al gerente de la empresa DESA, pero él no actuó solo. Tampoco actuó solo el militar también imputado, ni los sicarios que cometieron el crimen.
Abogados, fiscales, políticos y las familias más ricas de Honduras están involucradas, por lo cual el gobierno no quiere llegar hasta las últimas consecuencias”, afirmó Gustavo Castro Soto, coordinador de la organización Otros Mundos Chiapas, único testigo del asesinato de la defensora hondureña, ocurrido el pasado 3 de marzo en la comunidad de La Esperanza.
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